Saturday, 22 June 2013

Exiliados


La mayoría del tiempo vivimos pensando que somos libres, que somos dueños de nuestro presente y podemos decidir cómo será nuestro futuro. Nada más lejos de la realidad para todos aquellos que, como yo, un día decidimos hacer las maletas y comenzar de cero en otro país. A estas alturas de la película puedo asegurar que no está en nuestras manos volver.

En mi caso, he pasado casi tres años engañándome a mí misma pensando que vivo en Londres porque me gusta, pero que puedo volver a casa siempre que quiera. Pero a la hora de poner las cartas sobre la mesa el retorno no es viable. Yo desde luego no soy un kamikaze, necesito tener todo bajo control.

Las circunstancias favorecen que siga en esta ciudad lejos de los míos, soportando días grises cargados de nostalgia y engañando a la soledad con fiestas y vacaciones. Pese a tener una vida cómoda, un trabajo que me gusta y un sinfín de oportunidades al alcance de la mano, no dejo de sentirme como una exiliada que difícilmente volverá a su patria. Cada paso que doy me aleja más de mis raíces.

 
"Into the Wild" by LP
 
 
Somebody left the gate open
You know we got lost on the way
 

Wednesday, 19 June 2013

Desierto emocional


Un improvisado viaje a Almería ha sido el motivo de mi ausencia en los últimos días. Hace apenas un par de semanas que algunos amigos de hotel y una servidora decidimos pedir permiso en el trabajo para escaparnos a la playa.

El destino no ha podido ser más acertado: nada como unos días en el desierto disfrutando del sol y las playas vírgenes de cabo de gata para desconectar del agitado ritmo de vida londinense. Cuatro días tostándonos al sol, bebiendo sangría y tapeando en lugares donde reina la paz y tranquilidad. La serenidad del mar reflejando el cielo como si fuera un espejo a la puesta de sol hace que valga la pena cruzar el charco.

Ya de vuelta en Londres, sin dormir y tras una agotadora jornada laboral, sólo me quedan los recuerdos de un fin de semana en que disfruté cada minuto en buena compañía.





Wednesday, 12 June 2013

Stupid things


No hay nada como una conciencia tranquila para dormir como un bebé. Anoche me quedé dormida antes de las diez y esta mañana desperté completamente descansada y dispuesta a afrontar un duro día de trabajo. Nada más abrir los ojos me di cuenta de que algo no iba bien: demasiada luz para ser las cinco de la mañana. Cojo el móvil para mirar la hora y el pánico se apodera de mí al ver que está apagado. Salto de la cama, voy al baño a ponerme las lentillas, enciendo el portátil mientras me visto a toda prisa y  meto en el bolso el maquillaje y el cargador del móvil. Al encender la pantalla del ordenador compruebo que, efectivamente, en apenas media hora comienza mi turno en el hotel.

Corro a la parada de autobús, cruzo la calle como un kamikaze y salto en el primer autobús con dirección al centro. Lo peor de llegar tarde a los sitios es tener la certeza de que encontrarás todos los obstáculos posibles antes de alcanzar tu destino. La regla se cumple cuando el autobús se llena de varios turistas con maletas pidiendo instrucciones al conductor y al llegar a la estación de Earls Court tener que rodear los túneles del suburbano porque las escaleras que conectan el andén de la District con la Picadilly line han decidido dejar de funcionar. A cinco minutos para las siete salto del vagón en Hyde Park Corner y mi carrera hacia el hotel se ve truncada cuando no puedo pasar los controles de seguridad por haber olvidado la tarjeta de empleada. Finalmente llego a la oficina con el pelo sin lavar, el desastroso maquillaje por culpa de los vaivenes del metro y la necesidad imperiosa de una ducha y un café. Mientras mi corazón vuelve a latir con normalidad, sonrío y pienso: "Don't worry about stupid things..."

Friday, 7 June 2013

Días de verano

Cuánto me gustan estos días de verano interminables. Es increíble como los rayos de sol iluminan la ciudad y hacen que parezca otra, como una mujer tras una sesión de maquillaje. La felicidad se palpa en el ambiente, la gente sonríe, camina sin prisa, disfrutando del camino por recorrer en lugar de correr para alcanzar cuanto antes su destino. Ojalá las nubes nos den una tregua antes de volver a azotar la isla con tormentas y días grises desoladores. 
 
Yo me dejo llevar por el entusiasmo generalizado, no he hecho nada del otro mundo salvo pasear y tomar el sol en el parque sola o con mis amigos. He puesto todos mis problemas en pausa hasta que la ciudad vuelva a la normalidad y la rutina vuelva a hacer mella en mi estado de ánimo.

Tanto Mario como James me han invitado a salir en la última semana, sin lograr más que escusas por respuesta. Mark esta fuera de mi radar y creo que esta vez es la definitiva.
Sorprendentemente nada de esto me afecta, no siento más que indiferencia en un momento de mi vida en que valoro más que nunca la compañía de mis amigos y siento que no necesito a nadie a mi lado para ser feliz.
 
"American" by Lana del Rey
 
Your skin so golden brown
Be young, be dope, be proud
 

Saturday, 1 June 2013

La mejor parte


El mes de junio ha traído consigo sol y temperaturas que podrían considerarse primaverales a la city. La ciudad parece otra con tanta luz, la gente se lanza a las praderas de los parques y abarrotan las terrazas de cafés y restaurantes.

Un improvisado picnic con proseco, sándwiches y ensalada de frutas en Hyde Park a la salida del trabajo ha hecho que el día valga la pena tras una estresante mañana lidiando con reservas y habitaciones para clientes VIP.

Pero sé que esta reconciliación con la ciudad es un espejismo, y mi mente ya anda vagando pensando en las próximas vacaciones. Y es que a veces la mejor parte de los viajes son los días previos, en los que la ilusión e impaciencia te dan fuerzas para afrontar la rutina y el trabajo diario.

Tal día como hoy en dos semanas estaré disfrutando de una escapada a la playa. Ocho amigos de cuatro nacionalidades distintas y viajando desde tres ciudades diferentes nos encontraremos en la soleada Almería, donde mis padres tienen una maravillosa casa con vistas al mar.