La mayoría del tiempo vivimos
pensando que somos libres, que somos dueños de nuestro presente y podemos
decidir cómo será nuestro futuro. Nada más lejos de la realidad para todos
aquellos que, como yo, un día decidimos hacer las maletas y comenzar de cero en
otro país. A estas alturas de la película puedo asegurar que no está en
nuestras manos volver.
En mi caso, he pasado casi tres años
engañándome a mí misma pensando que vivo en Londres porque me gusta, pero que
puedo volver a casa siempre que quiera. Pero a la hora de poner las cartas
sobre la mesa el retorno no es viable. Yo desde luego no soy un kamikaze,
necesito tener todo bajo control.
Las circunstancias favorecen que
siga en esta ciudad lejos de los míos, soportando días grises cargados de
nostalgia y engañando a la soledad con fiestas y vacaciones. Pese a tener una
vida cómoda, un trabajo que me gusta y un sinfín de oportunidades al alcance de
la mano, no dejo de sentirme como una exiliada que difícilmente volverá a su
patria. Cada paso que doy me aleja más de mis raíces.
"Into the Wild" by LP
Somebody left the gate open
You know we got lost on the way
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