La cita de anoche con Luca fue perfecta: tras un paseo por
el rio en los alrededores de Hammersmith cenamos en un pequeño restaurante italiano una
pizza cocinada en horno de leña acompañada con vino tinto de Barbera. Sin duda
Luca tiene todas las cualidades para ser el novio perfecto: atento, simpático y
cariñoso. Ambos estamos en la misma página, cerca de los treinta y buscado a
alguien especial en una ciudad donde abundan las relaciones sin compromiso.
Esta mañana fui a trabajar con una sonrisa de oreja a oreja
cargada de optimismo. Hasta que un mensaje ha vuelto a poner mi mundo patas
arriba. Mario me ha escrito para decirme que ya está de vuelta en Londres y que
si quiero tomar algo con él mañana a la salida del trabajo. Y en lo único que
pienso es en cómo voy a superar ocho horas trabajando con él codo con codo.
Por mucho que mi cabeza diga que Mario no me conviene, que sólo
está jugando conmigo y que debería olvidarle, resulta inevitable seguir
pensando en él. Pese a que ha pasado más de un mes desde la última vez que
salimos juntos y que llevo casi tres semanas sin verle sé que mañana bastará una
sonrisa suya para desmontar todos mis argumentos.
"El equilibrio es imposible" Los Piratas
Si cada vez que vienes me convences,
me abrazas y me hablas de los dos...
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