Wednesday, 29 May 2013

Efímero


Algunas veces estamos tan inmersos en la rutina diaria que no apreciamos las pequeñas cosas del día a día. Damos por sentado que lo que no hagamos hoy lo podremos hacer mañana y no valoramos lo que tenemos. Vivimos acelerados preocupados por el futuro sin saborear el presente.

Hace algunos meses que decidí no hacer planes a largo plazo y no dar las cosas por sentadas. Hay que encontrar un poco de tiempo para reflexionar, sacando el máximo partido a los recursos que tenemos al alcance la mano. ¿Cuántas veces no habéis cortado una conversación con un vecino por ir con prisas? ¿O habéis pospuesto una disculpa con un amigo tras una discusión?

Todo es efímero y puede que mañana no tengáis la oportunidad de charlar con la cotilla del quinto antes de descubrir que se ha mudado a otra ciudad; o no podáis volver a quedar a tomar un café con ese antiguo amigo de la facultad por el rencor que generó ese malentendido que ya no estáis a tiempo de aclarar.

Es curioso cómo, incluso cuando ves venir los cambios, no eres consciente de en qué manera van a afectarte. Ayer despidieron a dos de mis antiguos compañeros del bar. Fue una decisión precipitada tras una inspección en que salieron a la luz algunos trapos sucios. Y así, de la noche a la mañana, la rutina se convierte en un recuerdo, sin darnos tiempo para mirar atrás y ver lo que dejamos pasar. Os echaré de menos.


"So good to me" by Chris Malinchak

 
Oh baby, you're my consolation
Oh baby, there's no hesitation
 

Tuesday, 28 May 2013

Forever alone

¡Pero que daño está haciendo Facebook! Esta noche mientras volvía a casa en autobús estaba cotilleando a mis “amigos” en dicha red social cuando me he quedado hojiplática al leer que una de mis compañeras de la facultad va a ser mamá (y ya van cuatro… que yo sepa). El asombro inicial ha dado paso a la tristeza profunda al darme cuenta de lo lejos que estoy de ser madre. He hecho una lista mental de la situación sentimental de mis amigas de Madrid y me he dado cuenta de que, mientras que su vida personal avanza, la mía sigue estancada.
Se puede catalogar a las personas en distintas categorías según sus predisposiciones. Personalmente, a mí me gusta analizar a la gente utilizando un sencillo test de cuatro cuestiones: los “morning person” y los trasnochadores; los que se duchan por la mañana para despertarse o los que lo hacen antes de irse a la cama porque les relaja; las personas que son más de dulce o de salado; y por último, y más importante: los que han nacido para la vida en pareja y los “forever alone”.
En mi caso, yo diría que soy un caso perdido: trasnochadora, odio el dulce… y he llegado a la conclusión de que soy una single empedernida.
Si, he tirado la toalla y he asumido que no soy “girlfriend material” como dicen en estas tierras, sino una soltera de oro que boicotea sus relaciones y que, con todo el cinismo del mundo, se lamenta de no haber encontrado al hombre de su vida.
Desde teenager me he decantado por los casos perdidos del sexo opuesto: chulos de playa, relaciones a distancia, comprometidos con otra persona, hombres más mayores que yo y, ahora que me acerco a los treintena, yogurines mucho más jóvenes que obviamente no buscan una relación seria.
Recapitulando las historias que he tenido en lo que va de año no hay ni una que se salve de la criba. Desde el pasado verano estoy viendo a Mark, estudiante ingles de 21 primaveras. En enero, durante mi viaje a Brasil, tuve una aventura con Caio, un cirujano que vive a 6.000 km de distancia. Y recientemente he tenido un affair con dos compañeros del trabajo: James, que tiene una relación con otra de las recepcionistas del hotel; y Mario, don juan italiano que sigue pillado por su ex novia. Creo que soy un caso perdido. ¿Puede alguien decirme dónde encontrar a un hombre soltero de buen ver de entre 28 y 35 años que no sea gay o un friki de los videojuegos y busque una relación seria?
 
"Simple Kind of Life" by No doubt
 
 
And all I wanted was the simple things
A simple kind of life
And all I needed was a simple man
So I could be a wife
 

Friday, 24 May 2013

Bored in the city


No tengo mucho que contar, la última semana ha sido tranquila, aburrida, marcada por el mal tiempo que ha vuelto a azotar la isla. Pese a estar a finales de mayo, hoy no hemos pasado de los diez grados y el viento gélido ha acompañado a la lluvia para aliñar un viernes gris y deprimente.

No me reconozco: no he probado una gota de alcohol en mis dos días libres y he decidido no contestar a ningún mensaje de James, Mark o Mario.El jueves fui con algunos compañeros de trabajo al circo de Southbank a ver gratis una obra alternativa llamada Limbo; y hoy he visitado el museo de historia natural con una amiga húngara que ha admitido sentirse “proud of me” cuando le he contado mis planes.

Y aquí estoy, viernes por la noche, de vuelta a casa viendo “Little Britain”, una parodia de la sociedad  británica que me recuerda a la tronchante “Muchachada Nui”. No me reconozco, ¿en qué momento he dejado de ser Samantha Jones para convertirme en la aburrida Miranda? Desde luego mi vida ha dejado de ser “Sex and the city”…
 
 
 
"Britain, britain, britain..."

Thursday, 16 May 2013

Carpe diem


Acabo de terminar “Veronika decide morir”, libro que decidiera leer tras devorar “El alquimista” hace algunas semanas. Realmente encuentro una fuente de inspiración en las palabras de Paulo Coelho, que tiene el don de plasmar sobre el papel aquellos pensamientos e ideas que todos hemos tenido en algún momento en nuestra cabeza.

La idea principal del libro es recapacitar sobre el valor de la vida. ¿Cambiarias algo de la tuya si supieras que vas a morir mañana? Muchas veces no nos atrevemos a hacer aquello que realmente deseamos por miedo de ser diferentes a los demás y ser tachados de locos. Pero, ¿quién define la locura y la cordura?

Leer este libro en una ciudad como Londres, donde nadie da una voz más alta que otra y todo el mundo intenta ser políticamente correcto realmente da mucho que pensar. Vida no hay más que una y hay que combatir la monotonía pensando menos en el futuro, dejando atrás el pasado y aprovechando al máximo el presente.

Yo, de momento, he decidido pasar página respecto a Mario y voy a disfrutar de un par de días en el campo visitando a Mark, que hoy cumple 21 primaveras. Creo que un cambio de aires y un poco de diversión es todo lo que necesito.
 
"One day" by Asaf Avidan
 
 
One day baby, we'll be old
Oh baby, we'll be old
And think of all the stories
That we could have told
 
No more tears, my heart is dry
I don't laugh and I don't cry
I don't think about you all the time
But when I do - I wonder why
 

Tuesday, 14 May 2013

Celos


Acabo de llegar a casa y no soy capaz de dormir. 7:52 de la mañana y me da que va a ser un día largo. Anoche fue la cena de los compañeros de recepción en el piso más alto de la Heron Tower. La comida no fue nada del otro mundo pero las vistas son impresionantes. Yo me sentí literalmente en el séptimo cielo al tener la oportunidad de salir con Mario. No siento nada así por nadie desde Kostas, el griego que conocí el verano pasado.

Cerca de la medianoche decidimos que ya era hora de irse a casa y Mario y yo tomamos rumbo al oeste de la ciudad. Una vez solos, tuvimos la temida conversación acerca de lo que paso la otra noche. El me confesó que tenía demasiadas cosas en la cabeza y que no era un buen momento para conocer a nadie. Hace relativamente poco que ha salido de una relación y sigue enamorado de su ex.

¿Por qué siempre que aparece alguien especial en mi vida la historia termina antes de comenzar? Cuando argumentó que quería que fuéramos solo amigos porque no quería darme falsas esperanzas me entró el pánico y mentí. Le dije que yo tampoco buscaba nada serio y que no tenía que preocuparse por mí, que yo tenía mis historias y no esperaba nada de él. Pero nada más lejos de la realidad. Esta mañana me he levantado a su lado y he sentido una profunda tristeza. He sentido celos de una chica que vive en Paris y que estando tan lejos tiene a Mario tan cerca.

Y aquí estoy, de vuelta a casa y sin poder dormir. Tengo que trabajar en seis horas y allí estará él. Yo le sonreiré y le gastaré alguna broma, pero le mirare como si no hubiera nadie más en el hotel. Desearé poder tocarle, besarle y convencerle para que cierre su puerta al pasado y piense en el futuro, a mi lado.

 
Duck and Waffle
 
 

Sunday, 12 May 2013

British Summer

Llevo un par de semanas sin conseguir sacar a Mario de mi cabeza. El martes pasado hicimos un training juntos y, aprovechando los escasos días del verano inglés, decidimos ir a dar una vuelta a Hyde Park después del trabajo.
 
Este chico es el prototipo de italiano latin lover y me conquistó con su caballerosidad y picardía. Creo que he dado con la horma de mi zapato. En fin, que tras unos Pimms en el parque decidimos ir a cenar a uno de mis restaurantes favoritos, un persa en Bayswater cuya comida es deliciosa y al que puedes llevar tu propio vino.
 
Fue una cita perfecta, no podría estar más de acuerdo en que las cosas salen mejor cuando no las planeas. Nada de silencios incomodos o miradas esquivas. La química entre Mario y yo es innegable. Quizá la parte negativa de esta historia es el hecho de que trabajamos juntos y que, tanto si la cosa sale bien como mal, nos va a traer muchos quebraderos de cabeza.
 
Mañana mismo los compañeros del hotel han organizado una cena en uno de los restaurantes situados en lo más alto de la Heron Tower a la que asistirán James y Mario, sólo espero que no me toque sentarme en medio…
 
 
"Video Games" by Lana del Rey
 
 
I heard that you like the bad girls…
Honey, is that true?

Saturday, 11 May 2013

Nadie sabe


No sé si será la influencia de las comedias románticas americanas, pero toda mi vida he imaginado que hay alguien especial ahí fuera esperándome. Las flechas de cupido, las medias naranjas… crecemos pensando que encontraremos a esa persona especial destinada a compartir con nosotros el resto de nuestra vida y estaremos felizmente casados y con hijos antes de los treinta.

A medida en que pasan los años te das cuenta de que la teoría se evapora con la práctica. Relaciones efímeras, desengaños y traiciones están a la orden del día. Y cada ruptura conlleva una pesada carga que nos acompañará en futuras historias, minando nuestra autoestima e impidiendo que empecemos de cero.  

Es curioso como las personas que encuentran a su pareja a una temprana edad suelen terminar casadas y con hijos, quizá porque han aprendido a caminar en la misma dirección o quizá porque no saben caminar sin nadie que les coja de la mano.

En mi caso, no tuve mi primera relación seria hasta pasados los veinte. Por aquella época no me tomaba la vida demasiado en serio y aún conservaba la inocencia de quien no ha tenido el corazón roto. Pasé con Juan dos maravillosos años de mi vida en los que aprendí a ser mejor persona y a pensar en primera persona del plural. Jamás me he sentido tan feliz, tan segura de mi misma y tan libre.

Nuestra historia terminó poco antes del tercer aniversario, tras meses de agonía en los que se rompió algo dentro de mí. No entendía como el amor que sientes por una persona puede desaparecer de la noche a la mañana y todos los intentos por salvar una relación resultan inútiles.

Recuerdo como si fuera ayer cuando empezó todo. Íbamos de camino al cine charlando animadamente en el coche, cuando al mirar a Juan tuve una sensación parecida al déjà vu. Fue como si el tiempo se parase y alguien me quitara una venda de los ojos, de repente nada tenía sentido. Dejé de escuchar sus palabras y me pregunté a mí misma que hacía con este chico que, de repente, no era más que un extraño.

El tiempo no hizo sino empeorar la situación. Empecé a odiar aquellas cosas de Juan que antes amaba. Se me antojaba insoportable su voz, sus bromas, su risa. No quería seguir con él, pero no me atrevía a terminar una relación con una persona que me había dado tanto. No voy a negarlo, tenía medio a estar sola.

La relación se deterioró hasta tal punto que decidimos darnos un tiempo y pasar las vacaciones de semana santa separados. Él se marchó a la playa con sus amigos y yo vine a Londres con mi hermana y un par de amigas. Un mensaje al móvil a mi llegada al hotel fue todo el contacto que tuvimos y me sorprendí no echándole de menos. Es curioso como esta ciudad ha marcado tanto mi vida. Por aquella época no me imaginaba que sería mi destino.

La ruptura fue inevitable y dolorosa, pero ambos sabíamos que no estábamos hechos el uno para el otro y bromeamos recordando cómo, en una de nuestras primeras citas, nos prometimos que nunca seriamos una de esas parejas que ni hablan ni se miran cenando en un restaurante. Pese a todo, Juan y yo éramos grandes amigos.

Pase los siguientes tres días sumida en una profunda tristeza. Inapetente y callada en el trabajo, todos sabían que algo se había roto dentro de mí pero que necesitaba tiempo para asimilarlo.  Lloraba sin parar al llegar a casa y me dormía llorando cada noche. Al cuarto día se acabaron las lágrimas y decidí que la vida debía continuar.

Han pasado cuatro años desde mi ruptura con Juan, quien hoy en día sigue siendo el chico más importante de mi vida y un referente para mis futuras relaciones. He de confesar que en momentos difíciles me he preguntado si me equivoqué al dejarle escapar y pienso que quizá no volveré a vivir una historia parecida con nadie más.

Para todos aquellos que os habéis sentido así en algún momento, os recomiendo que veáis una de mis series de televisión favoritas: “Como conocí a vuestra madre”. Nada como una buena dosis de comedia (romántica) para superar el desamor e intentar comprender el complicado juego de las relaciones. Todos mis amigos piensan que me parezco a Robin, los que me conocen de verdad saben que soy un poco Barney pero, lo que nadie sabe, es que en el fondo soy Ted.

Friday, 10 May 2013

Días perros

En este último par de semanas he aprendido una lección importante: no importa donde estés o lo que hagas, sino con quien estas y con quien compartes tu vida.

Cuando hace casi tres años hice las maletas y dejé mi antigua vida atrás para empezar de cero en un país en donde no conocía a nadie, no era consciente de la importancia de rodearte de gente que te quiere y que saca lo mejor de ti.

Siempre he sido una persona que tiende a aislarse del mundo. Me sorprende mi independencia y mi capacidad para salir adelante sin ningún apoyo. Pero he de confesar, que desde que vivo lejos de mi tierra, algo ha cambiado dentro de mí y busco el cariño constante de la gente que me rodea.

La semana pasada recibí la visita de mí querida hermana y una de sus mejores amigas, a las que se unieron unas cuantas amigas más de ambas que viven en Londres. Entre todas consiguieron contagiarme con su optimismo y pasamos unos días haciendo tonterías turisteando por la city sin importar lo que piensen los demás.

A veces no hay nada mejor que perder las formas y la vergüenza, valores tan arraigados en la fría y lluviosa Inglaterra. Se acabó aquello de “Keep calm and carry on”, yo me quedo con “Get crazy and keep on going”.
 
"Dog days are over" Florence and the Machine


Happiness, hit her like a train on a track
Coming towards her, stuck still no turning back